domingo, 8 de noviembre de 2015

MÚSICA VANA

Uno tras otro, versos 
para no decir nada, 
como la lluvia cuando 
se larga y no se sabe 
cuándo empezó. Mañanas 
en que camino solo 
por mi calle, la luz 
reposa, primeriza 
y sin embargo entera 
en cada cosa: llantos 
y ñañas, y el callar 
de las casas iguales. 
Versos que se pronuncian 
para estar, como tazas 
colgadas contra el muro 
de tu cocina: quietas, 
alineadas, relumbran 
humildes y armoniosas; 
cerámica que no
durará demasiado. 

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