miércoles, 25 de febrero de 2015

CASA ORDENADA, MENTE ORDENADA

Hay algo que compenso 
al ordenar mi casa. 
Los años en que fui 
heredero del morbo 
insano de un hogar 
desgarrado por moiras 
inapelables. Tiempo 
de andar a la deriva, 
de balbucear el fango 
de lo irreal: minutos 
de estallidos salvajes 
y siglos o mordazas 
de encallecer el odio. 
Algo compensa ver 
que había que alejarse, 
huir. Lavo hoy los platos 
rememorando infiernos 
que se atenuaron, que 
habría que apagar. 

3 comentarios:

Unknown dijo...

Pablo mon cher. por falta de tiempo y porque no tengo el cumplido automático de los "I like" sin "I dislike", suelo ser avaro de comentarios, como lo habrás comprobado. Y éste es el primero que hago en tu blog.Pero "casa ordenada" es un poema muy logrado, en su forma y en su fondo. Te felicito.
Bernardo

inx dijo...

Inapelable, como las moiras

Pablo Seguí dijo...

Gracias, Bernardo, Inx. Querido Bernardo, antes me parece que era más frecuente comentar las entradas a los diversos blogs. No sólo complacientes; se generaban verdaderos intercambios. Luego llegó Facebook, y ahí, como vos, digo todo. No dejes de comentar cuando quieras, aun dislaiqueando (y si me decís los motivos, mejor). Abrazo desde Córdoba.